Todas las cosas Meio con un enfoque específico en Chile

Proyecto Flamencos

Presentación

Publicación

Lee, M.R. & Mayorga-Dussarrat, J. (2016): The impact of feeding by Chilean flamingos (Phoenicopterus chilensis) on the meiofaunal assemblage of a tidal flat. Marine Biology Research, DOI: 10.1080/17451000.2016.1228975

Marco teorico

Los flamencos del genero Phoenicopterus son aves de gran tamaño corporal que se alimentan en áreas estuarinas y zonas marino costeras protegidas. Como consecuencia de sus tamaños y altas densidades las poblaciones de flamencos provocan un impacto significativo sobre las comunidades bentónicas de los sedimentos (Glassom & Branch 1997a, 1997b; Esté & Casler 2000). Los efectos de la alimentación de los flamencos sobre el ambiente bentónica han sido estudiadas en Sud-África (Glassom & Branch 1997a, 1997b), Venezuela (Esté & Casler 2000) y Chile (Cifuentes 2006). Los flamencos son bioperturbadores de las planicies marinas que potencialmente pueden tener un impacto significativo sobre las comunidades bentónicas. El impacto de Phoenicopterus chilensis (Fig. 1) sobre la macrofauna de Caulín ha sido estudiado por Cifuentes (2006). El presente proyecto propone un estudio del impacto de la alimentación de los flamencos sobre los ensambles meiobenticos.

phoenicopterus_chilensis

Figura 1. Cuatro flamencos (Phoenicopterus chilensis, Molina 1782) alimentándose en la planicie marina de Caulín.

El flamenco chileno, Phoenicopterus chilensis (Molina 1782), está presente en diversas regiones del cono sur de América del Sur, tales como Chile, Argentina, Bolivia, Perú, y Paraguay; con escasas presencia en Uruguay, Brasil, Ecuador y las islas Falklands. Un censo de la población realizado en 2010 contabiliza 283.000 individuos, y la población real fue estimada a 300.000 individuos. Su hábitat natural es planicies marinas, marismas, estuarios, lagunas y salares hasta 4500 m de altitud. Su estado de conservación según el IUCN es “near threatened” (casi en amenaza), debió a la recolección de sus huevos, extracción de aguas subterráneas, actividades de la industria minera, y la degradación y pérdida de su hábitat en general (http://www.birdlife.org/datazone/speciesfactsheet.php?id=3770).

La Bahía de Caulín está ubicada en la costa norte de la Gran Isla de Chiloé, en el lado sur del Canal de Chacao (Latitud 41° 49′ 20” S, Longitud 073° 37′ 19” W). La bahía tiene aproximadamente 3800 m de largo y 1600 m de ancho, y su entrada esta casi cerrada por la presencia de una isla y un banco de arena, dejando dos canales de intercambio con el Canal de Chacao de 170 m y 780 m respectivamente. La planicie marina que extiende dentro de la bahía está siendo utilizada por un gran variedad de pájaros migratorios como un área de alimentación y descanso. La bahía es la zona principal del Santuario de Aves de Caulín (destacado en el programa de televisión “Tierra Adentro” (Programa 1, 2010)). Los flamencos llegan a la planicie de Caulín en otoño donde permenecen hasta primavera. La fecha exacta de la llegada es variable, por ejemplo en 2003 llegaron en abril y estuvieron hasta diciembre (Cifuentes 2006). Sin embargo este año (2012) durante una visita a Caulín en Octubre no se avistó ningún flamenco (observación personal). Durante 2003 la densidad máxima de flamencos presentes en Caulín era 489 individuos, de los cuales aproximadamente tres cuartos eran adultos (Cifuentes 2006), durante un muestreo en mayo de 2009 (Fondecyt 1080033), se observaron alrededor de 500 individuos (observación personal).

Los flamencos se alimentan por filtrado de agua y sedimentos con las lamelas de su pico. Éstas, en el caso de P. chilensis, tienen espacios entre 80 y 900 um, dependendo de sus posiciones (proximal o distal) en el pico (Mascitti & Kravetz 2002). En aguas someras (10 cm) el flamenco camina en un círculos, removiendo el sedimento con sus patas, mientras sumerge su cabeza filtrando la mezcla de agua y sedimentos. El sedimento una vez que pasa por el filtro cae a un lado. El resultado es la formación de un anillo de alimentación en la superficie del sedimento, con un montículo en su borde interior (Fig. 2). Los anillos de alimentación se encuentran en densidades alrededor de 14 por 25 m2 , y tienen un diámetro aproximado de 100 cm (Cifuentes 2006).

Evidencias sobre las dietas de pájaros que habitan las playas indica que la mayoría tienen como presa a invertebrados que caen en el rango de tamaño que define la macrofauna. Sin embargo, se ha observado qu para algunas especies la meiofauna pueden estar incluida en su dieta. Por ejemplo, Kuwae et al. (2008) informaron que la Western Sandpiper (Calidris mauri), una especie de playero, consume la biopelícula que crece sobre sedimentos y esta fuente de alimento puede satisfacer hasta 50% de sus necesidades diarias de energía. Si pueden consumir la biopelícula es muy probable que también consuman meiofauna. Existen también evidencias de que pequeños invertebrados pueden pasar por el tracto alimenticio de un pájaro y sobrevivir, lo que se ha sido propuestos como un modo de dispersión para invertebrados pequeños (Proctor & Malone 1965, Figuerola et al. 2005, van Leeuwen et al. 2012). Esta evidencia también implica que los invertebrados pequeños, incluyendo la meiofauna, son consumidos por varias especies de pájaros. Es complejo determinar si los pájaros están depredando específicamente la meiofauna o están consumiendo incidentalmente la meiofauna. La única investigación sobre el impacto de la alimentación de los flamencos sobre la meiofauna fue publicado por Glassom & Branch (1997b). Ellos reportaron como resultados de sus estudios que las repuestas del ensamble meiobentónico fueron ambiguas o inexistentes. Sin embargo, también indican que la meiofauna muestra una recuperación rápida tras la perturbación. El diseño de sus experimento no tenia la resolución temporal necesaria para determinar el verdadero efecto de las actividades de los flamencos sobre el ensamble meiobentónico. Cuando los flamencos filtran los sedimentos en el ensamble meiobentónico pueden suceder dos cosas. La primera es que el meiobentos sea filtrado y consumido; la segunda, que el meiobentos pase a través del filtro de los flamencos y sea desplazado hacia los bordes de los anillos. Para determinar cual de los dos situaciones sucede es necesario realizar el muestreo inmediatamente después de la bioperturbación, dado que durante la subida de la siguiente marea los anillos se llenarán nuevamente con sedimentos y se reinstalará el ensamble de meiobentos.

 

feeding_ringsFigura 2. Anillo de alimentación producido por los flamencos en Caulín. Tiene un diámetro aproximado de 1 metro, con un montículo de sedimento filtrado en su centro. Los números indican el grado de bioperturbación: 1 = área no perturbada; 2 = el borde exterior del anillo, menos perturbado; 3 = el borde interior del anillo o montículo, perturbado; y 4 = el anillo de alimentación, altamente perturbado.

Como mencionan Glassom & Branch (1997b) el ensamble meiobentónico tiene la capacidad de recuperarse rápidamente después de una perturbación. Esta observación, es frecuente en la literatura para todos los tipos de perturbación, física (Johnson et al. 2007) a biológico (Olafsson & Ndaro 1997), natural (Sherman et al. 1983) y antropogénica (Fegley 1988). La mayoría de la meiofauna no nada activamente y tiende a permanencer en el sedimento, a excepción de la especies epibentónicas, como pequeños crustáceos (Armonies 1988). Por ende, el modo principal de dispersión de la meiofauna es en la mayoría de los casos pasiva y dependiente de eventos al azar o estocásticos. Muchas especies meiobentónicas utilizan estrategias para mantenerse en el sedimento, tales como el sistema duo-gland que permite al individuo adherirse o desprenderse de las partículas de sedimento según les convenga. Por tanto, cuando hay un transporte de sedimentos, por corrientes por ejemplo, la meiofauna está siendo transportada con el sedimento (Palmer 1988). Otro mecanismo posible, que funciona a menor escala, es la difusión, o sea el movimiento activo de la meiofauna dentro del ambiente intersticial en la búsqueda de nuevos fuentes de alimentación. Mediante ambos mecanismos desaparecen los montículos en el centro del anillo y los anillos se llenan por la acciones de las mareas y corrientes sobre la planicie. Por ende, estas áreas de sedimento defaunado son recolonizadas bastante rápido.

Basado en esta descripción del modo de alimentación de los flamencos en Caulín, hay dos posibles impactos para el ensamble de meiobentos. La primera es que el meiobentos forme parte de la dieta de los flamencos, y por ende las actividades de alimentación de los flamencos reducen sus abundancias. La segunda es que el meiobentos no forme parte de la dieta de los flamencos, y por tanto las actividades de alimentación de los flamencos simplemente desplazan el meiobentos a cortas distancias. El objetivo principal de esta investigación es determinar cual de los dos escenarios es correcto. Como objetivos secundarios, esta investigación pretende determinar la velocidad de recolonización de los anillos de alimentación, y si la alimentación de los flamencos tiene efectos estacionales sobre el ensamble meiobentónica.

Bibliografía:

Armonies, W. (1988) Active emergence of meiofauna from intertidal sediment. Marine Ecology Progress Series43:151-159.

Cifuentes, SL (2006) Efecto depredación/bioperturbación del Flamenco Chileno Phoenicopterus chilensis (Molina 1782) (Phoenicopteridae, Ciconiiformes) y la variabilidad espacio-temporal del macrobentos en una planicie intermareal de la Isla Grande de Chiloé, Sur de Chile. Tesis de Doctorado, Universidad Austral de Chile, Valdivia. 112 pp.

Esté, E. & Casler, C. (2000) Abundance of benthic macroinvertebrates in Caribbean flamingo feeding areas at Los Olivitos wildlife refuge, Western Venezuela. In: Waterbirds. Baldassarre, G., Arengo, F. & Bildstein, K. (eds). Special Publication 23:87-102.

Fegley, S. (1988) A comparison of meiofaunal settelment onto the sediment surface and recolonization of defaunated sandy sediment. Journal of Experimental Marine Biology and Ecology123:97-113.

Figuerola, J., Green, A. & Michot, T. (2005) Invertebrate eggs can fly: evidence of waterfowl-mediated gene flow in aquatic invertebrates. The American Naturalist. 165:274-280.

Glassom, D. & Branch, G. (1997a) Impact of predation by Greater Flamingos Phoenicopterus ruber on the macroinfuana of two southern African lagoons. Marine Ecology Progress Series149:1-12.

Glassom, D. & Branch, G. (1997b) Impact of predation by Greater Flamingos Phoenicopterus ruber on the meiofauna, microflora, and sediment properties of two southern African lagoons. Marine Ecology Progress Series150:1-10.

Johnson, G., Atrill, M., Sheehan, E. & Somerfield, P. (2007) Recovery of meiofauna communities following mudflat disturbance by trampling associated with crab-tiling. Marine Environmental Research64:409-416.

Kuwae, T., Beninger, P., Decottignies, P., Mathor, K., Lund, D. & Elner, R. (2008) Biofilm grazing in a higher vertebrate: the Western Sandpiper, Calidris mauriEcology89:599-606.

Mascitti, V. & Kravetz, FO. (2002) Bill morphology of South American Flamingos. The Condor104:73-83.

Olafsson, E. & Ndaro, S. (1997) Impact of the mangrove crabs Uca annulipes and Dotilla fenestrata on meiobenthos. Marine Ecology Progress Series158:225-231.

Palmer, M. (1988) Dispersal of marine meiofauna: a review and conceptual model explaining passive transport and active emergence with implications for recruitment. Marine Ecology Progress Series48:81-91.

Proctor, V. & Malone, C (1965) Further evidence of the passive dispersal of small aquatic organisms via the intestinal tract of birds. Ecology46:728-729.

Sherman, K., Reidenaur, J., Thistle, D. & Meeter, D. (1983) Role of a natural disturbance in an assemblage of marine free-living nematodes. Marine Ecology Progress Series11:23-30.

van Leeuwen, C., van der Velde, G., van Groenendael, J. & Klaassen, M. (2012) Gut travelers: internal dispersal of aquatic organisms by waterfowl. Journal of Biogeography39:2031-2040.